¿Qué lleva a un ingeniero técnico a montar una explotación de gallinas criadas al aire libre? La respuesta es el recuerdo. Un recuerdo de los huevos que hacía la abuela de sus gallinas que campaban felices por el corral.

José María Martín inició la aventura de la granja Los huevos de la abuela, gracias al apoyo y respaldo de su padre, en septiembre de 2018 y encontró las instalaciones que mejor se adaptaban a su proyecto en Villalpando, Zamora, en pleno valle del río Valderaduey, a solo una hora de Valladolid.

Instalaciones

Los 20.000 m² se han convertido en el hogar de 3.000 gallinas que se crían al aire libre, donde pueden alimentarse de productos totalmente naturales y a su vez disfrutar del entorno en plena libertad. Así, se ha convertido en la primera granja zamorana avalada con el sello ‘Bienestar animal’ de la Asociación Nacional para la Defensa de los Animales.

Allí conviven gallinas de la misma raza pero con diferente pelaje y temperamento. “Las rojas son más tranquilas, más asentadas y nobles, en cambio las blancas son más revoltosas y enérgicas. Pero se relacionan bien entre ellas”, afirma José María.

Los huevos de la abuela se basa en la tradición y eso se deja ver también en la alimentación de las gallinas basada en pienso exclusivamente de cereales (maíz, trigo y cebada) y de lo que las gallinas picotean del medio natural, pero siempre muy equilibrada. El resultado es un huevo excepcional de clasificación 1 (gallinas camperas, criadas al aire libre con alimentación basada en cereales).

Cuentan con gallineros interiores donde pueden descansar y guarecerse, entrando y saliendo cuando quieren. La puesta se efectúa en los ponederos con una recogida diaria que garantiza la frescura de los huevos. En ellos es precisamente donde se nota la vida feliz de estas gallinas y se ve en la espectacularidad de la yema.

Clasificación

Tras la recogida, los huevos se clasifican por colores y tamaños -por debajo de 53 gramos, S; 53 a 63, M; de 63 a 73, L; y más de 73, XL-, y se envasan manualmente en la misma granja, garantizando su estado óptimo y realizando una distribución diaria. Aquí entra en juego la importancia del producto de proximidad, que llega a la mesa con mejor calidad y más frescura.

Así que frito, cocido, al horno, revuelto, en tortilla… en infinitas preparaciones, el huevo es uno de los alimentos más completos que existe, pues destaca por la cantidad de nutrientes que contiene, por su biodisponibilidad y por el equilibrio de los aminoácidos de su proteína. Sus vitaminas A, D, E, B12, riboflavina y folato, y minerales como yodo, hierro, calcio, zinc y selenio lo convierten en un imprescindible saludable.


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